El lunes pasado se realizó el séptimo y último encuentro de la Mesa de Trabajo por la violencia laboral para realizar un proyecto de protocolo para prevenir, tratar y eliminar las violencias y el acoso por causas de género en el ámbito laboral del Poder Judicial de la Ciudad.
Desde mayo se realizaron encuentros mensuales en los que participaron representantes de todas las unidades consejeras, los tres ministerios públicos, el Tribunal Superior de Justicia y el Observatorio de Género en la Justicia porteña.
La consejera y titular del Centro de Justicia de la Mujer, Ana Salvatelli y la responsable de la Oficina de la Mujer, Liliana Tojo, fueron las encargadas de coordinar y organizar los expositores para abordar diferentes temáticas.
En el segundo encuentro la exposición estuvo a cargo de Javier Cicciari quien representa a la Organización Internacional del Trabajo para presentar los lineamientos del Convenio 190 y de la Convención 206, que son las primeras normas internacionales que trabajan específicamente sobre la violencia y el acoso, con el propósito de aportar al proyecto de protocolo.
En el tercer encuentro participaron representantes del Tribunal Superior de Justicia de La Pampa y Córdoba, que son dos provincias que ya tienen sus protocolos y en el cuarto, representantes de los gremios del Poder Judicial de la Ciudad.
En el quinto encuentro las protagonistas fueron las representantes del Observatorio de Género a través de la especialista Paula Bodnar.
En las últimas reuniones se debatieron los proyectos de protocolo para integrar los aportes de cada una de las personas que participaron y conforman esta Mesa de Trabajo.
Ana Salvatelli afirmó que «Prevenir y tratar la violencia en el ámbito laboral de todo el poder judicial es un compromiso que asumimos todas las autoridades del poder judicial cuando culminamos nuestra capacitación especial de Ley Micaela».
La responsable de la Oficina de la Mujer, Liliana Tojo, fue la encargada de seleccionar el material con el que se trabajó durante todo el año, y se refirió a estos encuentros como un proceso enriquecedor y los desafíos que se plantearon tales “cómo enmarcar la respuesta del Poder Judicial dentro de lo que establece el Convenio 190 de la OIT, cómo dialogaría el abordaje del protocolo con el régimen disciplinario, cómo conseguir un protocolo que sea comprensible para poder usarlo frente a las violencias laborales”.